Embarazo y lactancia: etapas conectadas por el amor y la nutrición

Mi experiencia como mamá y farmacéutica

Convertirme en mamá fue, sin duda, el viaje más transformador de mi vida. Y aunque mi formación como doctora farmacéutica me dio muchas herramientas para comprender lo que pasaba en mi cuerpo, vivirlo en carne propia fue otra historia. El embarazo y la lactancia no solo me cambiaron como mujer, también me hicieron entender de forma más profunda lo que significa cuidar, nutrir y confiar en el propio cuerpo.

Hoy quiero compartir mi experiencia, combinando lo que aprendí en la ciencia con lo que viví desde el corazón.

Embarazo: la ciencia y el instinto trabajando juntos

Durante el embarazo, nuestro cuerpo realiza una obra maestra: formar una nueva vida. Como profesional de la salud sabía qué cambios fisiológicos ocurrirían, pero vivirlos me enseñó algo aún más valioso: la importancia de escucharme, cuidarme y confiar.

Lo que me ayudó en esta etapa:

  • Alimentación consciente: Como farmacéutica sé cuánto influyen los nutrientes en el desarrollo fetal. Comí con equilibrio, priorizando frutas, verduras, cereales integrales y proteínas de calidad.
  • Hidratación constante: El agua no solo ayuda a evitar molestias comunes como hinchazón o estreñimiento, también es vital para el volumen sanguíneo que aumenta durante el embarazo.
  • Actividad física suave: Caminatas (con supervisión médica) me ayudaron a sentirme más conectada conmigo misma y a mejorar el descanso.
  • Descanso real: No solo dormir, sino frenar, escucharme y aceptar que algunos días necesitaba más calma.
  • Preparación emocional: Hablar con otras mamás y permitirme sentir, llorar y también soñar.

Vitaminas y suplementos: desde la evidencia y la experiencia

Una de las preguntas que más recibo en consulta es sobre las vitaminas prenatales.

Durante el embarazo, la demanda nutricional aumenta de forma significativa, y aunque una buena alimentación es la base, hay nutrientes clave que muchas veces no se alcanzan solo con la dieta:

  • Ácido fólico (B9): Ayuda a prevenir problemas en el desarrollo del cerebro y la médula del bebé.
  • Hierro: Ayuda a prevenir anemia y asegura el transporte de oxígeno.
  • Calcio: Es vital para los huesos y dientes del bebé.
  • Vitamina D: Ayuda a la absorción de calcio y al desarrollo inmunológico.
  • Vitamina B12: Apoya el desarrollo neurológico.
  • Omega 3 (DHA): Beneficioso para el cerebro y la visión del bebé.

Mi recomendación profesional es siempre la misma: elegir suplementos de calidad y tomarlos bajo indicación médica.

Estas son algunas opciones disponibles de vitaminas prenatales que puedes encontrar en farmacias:

  • Gestavit DHA
  • Materna con DHA
  • Nestlé Materna
  • Natele
  • Femivital

Lactancia: nutriendo y creando vínculos

La lactancia me sorprendió. Dar el pecho no es solo alimentar, es ofrecer consuelo, conexión y amor.

Esto fue clave para mí:

  • Contacto piel con piel desde el primer momento: Favoreció el vínculo y la producción de leche.
  • Buscar asesoría cuando la necesitaba: Como mamá, pedir ayuda no me hizo menos capaz; como profesional, sé que una guía oportuna puede cambiar toda la experiencia.
  • Cuidados para mí también: Comer bien, hidratarme, dormir cuando podía y delegar tareas fue esencial para mantener mi energía y mi producción de leche.
  • Evitar comparaciones: Lo aprendí rápido: no hay lactancia “perfecta”, solo la que funciona para ti y tu bebé.
  • Respetar el ritmo de ambos: Cada etapa tuvo sus desafíos, pero también sus regalos.

Vivir ambas etapas con conciencia y confianza

El embarazo y la lactancia no siempre son fáciles, incluso teniendo conocimientos científicos. Hay momentos de cansancio, incertidumbre y muchas emociones nuevas. Pero también hay una fuerza única que aparece: la intuición materna.

Como doctora farmacéutica, valoro la evidencia. Como mamá, aprendí a confiar en mí. Hoy entiendo que ambas cosas pueden convivir: ciencia y emoción, datos y piel, razón e instinto.

En resumen: lo que me gustaría decirte a ti, que estás en este camino

  • Infórmate, pero también escúchate.
  • Rodéate de profesionales, pero también de personas que te hagan sentir segura.
  • No estás sola, y no hay una forma única de ser mamá.
  • Tu cuerpo sabe. Tu bebé confía en ti. Y tú también puedes hacerlo.

Fuentes confiables que me guiaron (y recomiendo):

  • Organización Mundial de la Salud (OMS). Recomendaciones sobre el cuidado prenatal para una experiencia de embarazo positiva.
  • UNICEF. La importancia de la lactancia materna en los primeros 1,000 días.